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En la arquitectura de estos grandes templos se materializa el sincretismo religioso de Chiloé. Estas construcciones hechas 100% de madera son portadoras de una singular tradición cultural, mezcla de técnicas indígenas y concepciones arquitectónicas europeas, que se erigieron en el siglo XVII y perduran hasta hoy como Patrimonio de la Humanidad y referente mundial para la arquitectura, originando la escuela chilota de arquitectura religiosa a la cual pertenecen 100 de las casi 400 iglesias que se reparten en el archipiélago.
Nuestro primer destino será la Iglesia de San Juan Bautista de Coquihuil ubicada en la ensenada del río San Juan, se construyó con maderas nativas de Alerce, Canelo, Coigüe y Ciprés en 1887, desde el hotel son 45 minutos para llegar, seguiremos hasta la Iglesia de Nuestra Señora del Patrocinio en Tenaún, ésta iglesia con sus tres “campanarios“ y vivos colores son la estampa más típica y pintoresca de los templos de Chiloé, el próximo destino es la Iglesia de San Antonio de Padua en Colo, una de las pocas Iglesias que no está conectada con el mar sino en lo alto de un cerro, posee bases de piedra, pilares de Coigue y está revestida con Canelo, Alerce y Mañio, continuaremos hasta la Iglesia Nuestra Señora de los Dolores en Dalcahue y cruzaremos a la Isla Quinchao, visitando la Iglesia de San Judas Tadeo en Curaco de Velez donde se desarrolló un importante poblado de colonos.
Seguiremos hasta Achao, que fue un típico pueblo de indígenas y puerto de conexión entre las menores y Castro, actualmente aquí yace la Iglesia Santa Maria de Loreto, la más antigua de de Chiloé y en Quinchao nuestra última visita, la Iglesia Nuestra Señora de la Gracia la más grande de Chiloé.
